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viernes, 19 de abril de 2013

Los niños crecen

Los niños crecen, es una frase super hecha,pero nada más lejos de la realidad, verdad? y vaya que crecen, se desarrollan, adquieren habilidades, aptitudes, lenguaje, expresiones corporales, y más.
Hoy Pablo, ya tiene poco más de 2 años y Lucía hace poco cumplió los 5 años y la verdad verlos interactuar entre ellos es fantástico. Es hermoso poder pararme como espectadora de sus juegos, diálogos, y porque no de sus peleas. Y si, están en una edad en la que tanto pueden jugar juntos un rato (que nunca supera los 10 minutos, hasta que alguno de los dos pega, grita, pelea al otro), Pero como sea, ese rato que los disfruto, es hermoso, me llena de satisfacciones y me emociona.
Claro, el lío aumenta cuando quieren jugar conmigo, cada uno por separado, a cosas distintas, ahí se complica un poco, porque tengo que dividirme en 2 juegos diferentes, lo que se dificulta un poco, por lo tanto, opté por jugar un rato a lo que uno de ellos quierie (tratando de que el otro se sume), y luego hacer a la inversa, lo que implica un esfuerzo importante para que al que le toca "sumarse" entienda que luego se invertirán los papeles. Es todo un tema. 
Por otro lado, como decía antes, es tiempo o época de peleas. Muchas y muy variadas. Lo más triste es que Pablo continuamente pega, escupe, muerde, muerde pelo (y se queda con mechones en la  boca), pellizca, está imposible, y no es que no lo rezongue. Porque realmente le hablo, lo rezongo, lo pongo a pensar lo mal que estuvo haciendo "eso" , de vez en cuando, le doy una palmada en la cola, pero la verdad nada me está funcionando. Con respecto al ponerlos a pensar, me explicaron una vez, y por eso espero les sirva, que si lo ponemos a pensar simplemente, en el futuro, toman el acto de pensar como un castigo, por eso lo pongo a "pensar sobre lo mal que estuvo que pegaras a tu hermana, que fea actitud", y trato que el lugar de pensamiento no se asocie a su cuarto, para que despues no quiera ir ahi a dormir porque es un lugar de "castigo, sino que el lugar de pensar es un lugar digamos neutro de la casa". La verdad es un niño que está dando ciertos problemas. En el colegio,no hay un día que no me digan que se porto mal. Los otros días tuvo duelo con 3 niños, a uno mordió en el hombro, a otro lo empujó y a otro le pegó una patada. Las maesras?, si se quejan de el, pero sinceramente, no es que en casa no le pongamos límites, es un niño muy inquieto, muy inteligente, que lo rescatable de esto es que respeta las penitencias, pero claro, hoy por hoy tienen otro chip.
Volviendo al tema de verlos juntos, también es cierto que Lucía, por ser la mayor y ser nena es "una madraza" y eso pasa. Para empezar, está en la edad que juega a las mamas, y todo se vincula a ese rol, entonces cuando por ejemplo se suben a la camioneta que los lleva al colegio, generalmente ella sube primero y hoy se había puesto al lado de la ventana, al subir pablo, se paró y lo acomodó a el de ese lado quedando ella contra el pasillo, tomándole la mano y hablándole. Que le decía no se,pero viendo la escena, se relacionaba a que se quedara quieto y tranquilo que iban rumbo al colegio. Y son esos pequeños momentos que nos deberían llenar, bueno al menos a mi personalmente, me llenan, me colman de alegría. Me invade una sensación de orgullo, de bienestar, de que si bien hay dificultades en el camino de la maternidad, si bien hay noches que no dormimos, es en esos pequeños detalles en que pensas, si VALE LA PENA y vaya si lo vale. Los hijos son un regalo que nos da la vida y doblemente regalo cuando somos las mujeres las que podemos traerlos a este mundo, cuando podemos darles la vida, son una bendición.